slogan

Subestimado por muchos, el slogan es una herramienta de marketing que usado inteligentemente puede ser el factor diferenciador para tu producto o negocio.

Utilizado estratégicamente por políticos, religiosos, deportistas y por grandes empresarios un buen slogan ha demostrado ser como un imán de clientes. Hoy hablaremos de cómo crear un slogan que venda.

Un slogan básicamente es una frase corta que transmite la idea principal que diferencia tu producto o empresa de una forma muy creativa. Sin embargo, el verdadero éxito de un buen slogan reside en su efectividad para posicionarse en la mente de los consumidores y que estos lo repitan “inconscientemente”.

Para crear un slogan que realmente venda, debes considerar estos consejos:

1. Debe ser una frase corta (5 a 8 palabras cuándo máximo)

2. Debe ser muy fácil de recordar

3. Debe ser adictivo

4. Si motiva una sonrisa en el cliente, su efectividad se multiplica

5. De preferencia utiliza palabras sencillas, comunes o modismos (slangs)

6. Debe identificar claramente tu producto o servicio

7. Debe resaltar las cualidades de lo que ofreces

8. Utiliza recursos como la rima, la repetición y el doble sentido

9. Crear sorpresa o piedad también son técnicas que funcionan

10. Debe apelar a una Ventaja Competitiva Única (VCU)

Un slogan impactante debería fusionar todas estas ideas de forma ingeniosa, y para muestra, algunos slogans famosos que hablan por si mismos:

·”Si es Bayer, es Bueno” ( Bayer)

·”Desayuno de campeones” (Corn Flakes de Kellog’s)

·”Nos encanta verte sonreír” (McDonalds)

·”Liberté. Egalité. Fraternité” fue el eslogan de la Revolución Francesa hace más de 200 años. Y aún hoy en día agita los corazones de los que aman la libertad en todo el mundo.

·”A que no puedes comer solo una” (Sabritas)

·”No tiene precio” (Master Card)

·”La Chispa de la vida” (Coca Cola)

·”Just do it” (Nike)

·”El lugar donde tus ideas se convierten en $$” (blog 1000 Ideas de negocios :D

Un consejo final es que nunca impliques en tu slogan algo que no puedas cumplir a tus clientes. Esta sería una fórmula perfecta para lograr el efecto contrario.

Edwin Amaya

 

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